Un clásico Montessori para despertar la mente y las manos.
Este conjunto de cilindros de madera es ideal para estimular la motricidad fina, el pensamiento lógico y la discriminación visual desde los 18 meses.
Al manipular las piezas, el niño afina su coordinación, percibe diferencias de tamaño y se prepara naturalmente para la escritura y las matemáticas.
Además, fomenta el vocabulario (“alto”, “bajo”, “grueso”…) y la autonomía con un material auto-correctivo que invita a explorar sin miedo a equivocarse.